Fenomenología y Filosofía Primera 
«El filósofo se incluye a sí mismo, en cierto modo de una vez para siempre, en la peculiar tradición de los hombres sin tradición, o sea, de los socráticos» M. G-B.

«Lo máximamente denso del milagro de la filosofía rusa en los cuarenta años que precedieron a la revolución»

A propósito de la última entrada del profesor Miguel García-Baró en entreparéntesis, Leer y leer,  él se refiere a que «Empieza a entrar a pasitos tímidos en nuestra lengua lo realmente fuerte, lo máximamente denso del milagro de la filosofía rusa en los cuarenta años que precedieron a la revolución». Esto por el empeño los traductores, del mismo García-Baró, y de Ediciones Sígueme.

A continuación os copiamos algunas de las últimas traducciones de estos autores, asimismo os indicamos los apartados señalados por el profesor a propósito, en Leer y leer :

«Pável Florenski define así la amistad: “La contemplación de sí mismo en Dios por medio del amigo”.»

«Semión Frank, por las mismas fechas, en un libro asombroso que nadie parece haber leído (escrito como está en ruso en 1915, y siendo Frank uno de aquellos deportados en el Barco de los Intelectuales que hizo zarpar ese misterioso criminal llamado Lenin). Este libro magnífico y maravillosamente carente de efectos literarios se titula El objeto del saber y su traducción española merecería un premio nacional -si alguien la leyera además de usted y yo-...»


«Vladímir Soloviov, piedra angular de esta línea de pensadores. Cuando lo hayan leído dos o tres veces, lentamente, tendremos respondida la pregunta con la que inicié este texto. Vean:“Lo verdaderamente existente, precisamente por ser uno, es juntamente con ello también todo, o más exactamente: contiene en sí todo; lo verdaderamente existente es omni-uno… Lo absoluto se define como libre de todo, como incondicionalmente uno; pero también se define como aquello que lo posee todo… Existe una unidad negativa, aislada y estéril, que se limita a la exclusión de cualquier pluralidad; pero existe también la unidad verdadera, que no se opone a la pluralidad, que no la excluye, sino que, poseyendo con calma la superioridad que le es propia, domina sobre lo que le es opuesto y lo somete a sus leyes. La mala unidad es vacío y nada; la verdadera es el ser uno que incluye en sí todo. Esta unidad positiva y fecunda comprende en sí, determina y manifiesta las fuerzas vivas, las causas uniformes y las cualidades diversas de todo lo que existe.”»

Fenomenología y Filosofía Primera

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